El Saludo

 

“ El saludo respetuoso de los atletas de Taekwondo entre ellos al arbitro y al coach son una indicación visual excelente del respeto compartido entre la gente del Taekwondo”

 BBC Sport (Informe Taekwondo Beijing 2.008)

 

El saludo

 

De entre todas la reglas de etiqueta que adornan el Taekwondo, la que sin duda más sorprende a los iniciados es la del saludo que se realiza al entrar al lugar de entrenamiento, al empezar y acabar las clases, y a veces, cuando el maestro enseña una técnica o la ponemos en práctica con un compañero.

 

El saludo tiene sus orígenes en el profundo y primitivo ceremonial de los pueblos orientales. No se debe olvidar que aunque hoy en día se un deporte con gran arraigo en Occidente, en sus principios fue un Arte Marcial, una disciplina de legendarios caballeros con un estricto código de Honor.

 

El saludo es una demostración de respeto al maestro y al resto de nuestros compañeros.

 

  

 

Saludo antes de entrar a la sala

Normalmente este es el primer saludo que se realiza en una clase, y tiene como misión fundamental, demostrar respeto por los compañeros que se encuentran dentro del tatami, bien entrenando, o preparándose para empezar la clase.

 

Se trata del lugar donde unas cuantas veces por semana, van a entrenar, van a dar lo máximo de sí mismos, demostrarse que su práctica diaria les aporta bienestar, educación, disciplina, valores que a veces, por desgracia, se echan de menos en nuestra sociedad.

 

Cuando se entra en la sala que esta vacio, en ese momento, el taekwondista esta dando las gracias por poder disfrutar de un lugar donde entrenarse.

 

Saludo al iniciar la clase:

En esencia, este saludo se parece bastante al primero, indicando una muestra de respeto hacia el maestro y hacia la totalidad de los alumnos.

 

 

Saludo al compañero:

Este es el saludo más importante de todos, destacándose por su proximidad y sinceridad. Cuando entrenamos con un compañero, tenemos que darnos cuenta que muchas veces, este nos “presta su cuerpo” para que trabajemos y aprendamos con él. Nuestra pericia supone nuestro aprendizaje, pero nuestra imprudencia puede suponer su perjuicio, lo cual debemos valorar.

Resaltar que por ejemplo, cuando se realizan entrenamientos con gente desconocida, basta un saludo sincero antes de iniciar la técnica para que se establezca una relación de amistad que permita disfrutar esa técnica y relacionarte con ese nuevo compañero como si le conocieras de siempre.

 

Saludo al finalizar la clase:

 

Este saludo es prácticamente igual al realizado al empezar, lo mismo que el realizado al salir de la sala es igual al que se realiza al entrar en él. Estos saludos están distanciados temporalmente entre si, lo que crea un paréntesis más amplio que en el caso anterior, y que en resumen, configuran la sesión de entrenamiento.

 

Desde que se entra al gimnasio, hasta que se sale de él, somos diferentes, nos relacionamos de manera distinta con los demás, y salimos siendo algo más que antes, y todo eso lo agradecemos y reflejamos por los saludos.